Lecturas Bíblicas: Día 123
Números 10 | Salmos 46–47 | Cantar de los cantares 8 | Hebreos 8
Hasta este punto del libro de Números, hemos visto principalmente cómo Jehová ha organizado el funcionamiento del campamento, con su santidad en el centro, en medio de su pueblo. En Números 10, por fin vemos a Israel recoger realmente su campamento para trasladarse al siguiente lugar (Núm. 10:33-36), según donde se posara la nube de Jehová (Núm. 9:15-23).
Las dos finalidades principales de las trompetas de plata eran, pues, convocar a la congregación o levantar el campamento (Núm. 10:2). Además, los sacerdotes podían usar las trompetas de plata para dar la alarma de batalla (Núm. 10:5-9) o para señalar el comienzo de las fiestas (Núm. 10:10). Por la forma en que está escrito esto, parece que la construcción de estas trompetas de plata era lo último que hacían los israelitas antes de levantar el campamento para trasladarse al siguiente, marchando en el orden que se había establecido en Números 2. Pero, en realidad, no se menciona explícitamente que las trompetas se utilizaran de acuerdo con estos mandamientos.
Por eso es interesante estudiar otros lugares en los que la Biblia habla del uso de la trompeta, como el Salmo 47, otra de las lecturas de hoy del Plan de lectura de la Biblia de M’Cheyne: “Subió Dios con júbilo, Jehová con sonido de trompeta.” (Sal. 47:5). En el contexto, esto parece un grito de guerra, ya que el Salmo 47 habla de cómo Jehová sometió a las naciones (Sal. 47:3) y de que Jehová reina sobre ellas como Rey de toda la tierra (Sal. 47:6-7).
Tal vez sea ésta la idea que subyace a lo que Moisés decía cada vez que el arca de Dios se ponía en camino: “Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan delante de ti los que te aborrecen” (Núm. 10:35). La trompeta hacía sonar la alarma de batalla cada vez que el campamento se levantaba y el arca se ponía en movimiento.
Vemos una trompeta en un lugar más, con un tema similar al que vemos en otras partes de la Biblia: “Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con sonido de trompeta de Dios” (1 Tes. 4:16). En el Salmo 47, Dios había “subido con voz de mando“, y ahora Jesús “desciende del cielo con voz de mando“, y de nuevo, con una trompeta. Entonces, ¿por qué la trompeta?
La trompeta sonará porque Jesús está convocando a su pueblo a sí mismo. La trompeta sonará porque Jesús está levantando el campamento desde el cielo, trayendo a su pueblo a su herencia. La trompeta sonará porque Jesús regresa para dispersar a sus enemigos de una vez por todas. Y la trompeta sonará porque Jesús nos introduce en las bodas eternas del Cordero.
Hermanos y hermanas, “animaos unos a otros con estas palabras” (1 Tes. 4:18).