Meditación Bíblica para Deuteronomio 19

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Lecturas Bíblicas: Día 165
Deuteronomio 19 | Salmos 106 | Isaías 46 | Apocalipsis 16

En Deuteronomio 19, Moisés dirige su atención a las leyes civiles que se escribieron para regir la vida cotidiana en Israel. Las tres leyes que aparecen en este capítulo subrayan tres principios importantes para entender la idea que Dios tiene de la justicia civil.

La primera ley, relativa a las ciudades de refugio, demuestra la necesidad de un trato justo para los acusados. Las personas que podían huir a las ciudades de refugio eran las que realmente habían hecho algo que causara la muerte de otra persona. El ejemplo concreto que se da en Deuteronomio 19:5 -una cabeza de hacha que resbala del mango y mata a alguien accidentalmente- no sugiere ningún tipo de malicia o incluso negligencia. Las ciudades de refugio estaban destinadas a proteger a quienes matan a otra persona por accidente.

Pero, por otro lado, a ningún asesino se le permitía utilizar las ciudades de refugio para huir de la justicia (Deut. 19:11-13). Si alguno lo intentaba, los ancianos de la ciudad natal del asesino lo devolverían a la fuerza para que lo matara el encargado de vengar la sangre de la persona asesinada (Deut. 19:11-12). La justicia significa tanto que el inocente debe ser protegido como que el culpable debe ser castigado. Equivocarse en cualquiera de los dos sentidos significa acabar con la verdadera justicia.

En segundo lugar, Moisés advierte al pueblo que no mueva ningún lindero de la propiedad con el propósito de robar la tierra de otro (Deut. 19:14). Más allá de la prohibición obvia de robar, el significado teológico de la Tierra Prometida convertía el desplazamiento de los límites de la propiedad en un grave delito de violación de la herencia otorgada por Dios a otra persona. La Tierra Prometida estaba ligada a las promesas del pacto que Jehová hizo a Abram (cf. Gen. 12:7, 15:7-21, 17:8). No se trataba de un mero robo, sino de una violación del propio pacto de Jehová.

En tercer lugar, las leyes relativas a los testigos en Deuteronomio 19:15-21 establecen un umbral mínimo de testigos necesarios para condenar a alguien por un delito (Deut. 19:15). Más que eso, esta sección de la ley estipula que los falsos testigos deben ser castigados al mismo nivel que el castigo que se hubiera impuesto si sus mentiras hubieran logrado condenar a la persona inocente a la que habían acusado (Deut. 19:16-21). Moisés insiste en que Israel debe castigar a esos falsos testigos sin piedad.

En conjunto, estas tres leyes demuestran que Jehová se preocupa profundamente por la conducta de su pueblo en su vida cotidiana. Muchos dioses de diversas religiones paganas podían ser apaciguados con la combinación adecuada de sacrificios, oraciones y ofrendas, lo que permitía a los adoradores seguir viviendo el resto de sus vidas como quisieran. En cambio, la obediencia a Jehová afecta a toda nuestra vida, no sólo a lo que hacemos los domingos.

¿En qué aspectos de tu vida cotidiana puede el deseo de justicia de Jehová cambiar tu forma de comportarte?

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