| Lecturas Bíblicas: Día 353 2 Crónicas 22–23 | Apocalipsis 10 | Zacarías 6 | Juan 9 |
Los relatos de 2 Crónicas 22-23 narran la sangrienta historia por la que Judá sale del caos, la maldad y la violencia tras el reinado de Joram. Ocozías, hijo de Joram, continúa en Judá donde lo dejó su padre, andando “en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente” (2 Crónicas 22:3). Después de que Jehová ordena dar muerte a Ocozías, su madre -que es Atalía, hija de Acab y nieta de Omri (2 Cr. 22:2)- ve la oportunidad de hacerse con el poder, así que asesina a todos sus nietos excepto a Joás, a quien una de sus nietas esconde en el templo bajo la atenta mirada del sacerdote Joiada (2 Cr. 22:10-12). Joiada lo protege hasta el día en que Joás, el verdadero hijo de David, sea revelado, ungido y coronado rey (2 Cr. 23:1-11).
Esta es una historia que ya estudiamos en 2 Reyes 8-11, y muchos de los detalles de cómo Joás ascendió al trono -así como la historia de cómo los líderes de Judá dieron muerte a Atalía por sus protestas de traición- aparecen casi idénticos en las narraciones de allí. Pero, en la sección en la que leemos acerca de las reformas de Joiada respecto a la adoración de Judá, vemos una diferencia clave en la narración de esta historia en 2 Crónicas, concretamente, el énfasis aquí está en la forma en que Joiada ayuda a Joás a restaurar la organización que David había dado a los sacerdotes y levitas: “Luego ordenó Joiada los oficios en la casa de Jehová, bajo la mano de los sacerdotes y levitas, según David los había distribuido en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos, conforme a la disposición de David” (2 Crón. 23:18).
Hasta en este caso, en el que leemos relatos casi idénticos, el Cronista vuelve a poner a David en primer plano de forma única, situando las órdenes de David en pie de igualdad con la ley de Moisés. Como vimos tantas veces en 1 Crónicas, no se trata de exaltar a David, sino de anticipar la venida del Hijo mayor de David, una anticipación que se hace aún más desesperada cuando vemos lo mal que han reinado los hijos inmediatos de David hasta ahora en 2 Crónicas.
Todo esto nos recuerda que, un día, el Señor Jesucristo se revelará en gloria, regresando para deponer a los gobernantes traidores de este mundo que han oprimido al pueblo de Dios. Ese día, ninguna protesta protegerá a quienes han despreciado el reinado del Hijo mayor de David. Hoy, ¿está tu esperanza atada a esperar pacientemente la revelación del verdadero Hijo más grandioso de David, o estás buscando beneficios personales para ti mismo sin importar a quién pisotees en el proceso?
