Diciembre 20: Meditación Bíblica para 2 Crónicas 24

El reinado de Joás es una tragedia que comienza en la mejor nota posible, pero que finalmente da un giro siniestro alejándose de la obediencia fiel a Jehová y acercándose a la falsa adoración e idolatría que ha plagado al pueblo de Jehová a lo largo de su historia. El factor único en la historia de Joás en 2 Crónicas 24, por lo tanto, viene cuando nos fijamos en el eje de la fidelidad de Joás: el sacerdote Joiada.

Ayer vimos algunas de las reformas de Joiada en el templo, pero encontramos este resumen de su influencia sobre Joás al principio de nuestra lectura de hoy: “E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote” (2 Cr. 24:2). Bajo el piadoso liderazgo de Joiada, Joás recauda impuestos del pueblo para restaurar y reparar el templo, de modo que Joiada pudo volver a ofrecer holocaustos en el templo todos los días de su vida (2 Cr. 24:14). Pero, cuando Joiada muere a la edad de 130 años, Joás comienza a escuchar a un grupo diferente de consejeros, con un mensaje diferente al que el sacerdote piadoso le había hablado. Abandona la verdadera adoración en el templo para servir en su lugar a los simbolos de Asera y a los ídolos, e ignora a todos los profetas que intentan llamarle al arrepentimiento (2 Cr. 24:17-19).

Este pasaje se hace eco del trágico comienzo del libro de los Jueces, donde leemos que “el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel” (Jue. 2:7), pero que después de la muerte de Josué y sus ancianos, “se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel” (Jue. 2:10). En nuestra lectura de hoy, vemos el mismo fenómeno: cuando muere el líder piadoso (antes Josué, pero ahora Joiada), descubrimos que la obediencia y la fidelidad de los que le rodean han tenido más que ver con su vida y su influencia que con cualquier tipo de transformación del corazón en ellos. Entonces, cuando empezamos a reflexionar sobre la trayectoria descendente de la historia del libro de los Jueces, comprendemos rápidamente hacia dónde se dirige ahora la narración de Crónicas: hacia el juicio de Jehová y el exilio.

Vivimos en una época en la que una enorme cantidad de jóvenes nunca regresan a la iglesia después de dejar el hogar de sus padres, pero eso no es nada nuevo: vemos el mismo y terrible patrón en la propia Biblia. Cuando pensamos en cómo formar a la próxima generación de creyentes, ¿cómo podemos guiarles para que caminen en la verdad y también, a medida que crecen, darles espacio para que hagan suya su fe? Oremos hoy por la fidelidad de por vida de la próxima generación de discípulos de Cristo.