La membresía en la iglesia es importante. La Biblia nunca sugiere en lo más mínimo que los creyentes sean independientes unos de otros. Por el contrario, una y otra vez la Biblia enseña que cada uno de entre el pueblo de Dios son miembros individuales los unos de los otros, tal como nuestro cuerpo está conformado por varias extremidades y órganos:
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Romanos 12: 4-5
Hay un sentido en el que la Biblia habla de la “iglesia” en su sentido universal e invisible que se extiende a lo largo del tiempo y a través de cada tribu, idioma, pueblo y nación (v. gr. Ef. 1:22; Col 1:18; Apo 5:9-10). Pero también existe el sentido de la palabra “iglesia” que se refiere a las congregaciones individuales, locales y visibles-muchas de las cuales eran tan locales que se reunían en las casas (v. gr. Rom 16:5: 1 Cor 16:19; 2 Cor 1:1; Col 4:15; File. 2).
Estas congregaciones tienen un claro sentido de quién es un miembro y quién no. Este aspecto de la membresía eclesiástica está dolorosamente claro en los pasajes que hablan acerca de la excomulgación de pecadores no arrepentidos de la membresía en la iglesia (v. gr. Mat 18:17; 1 Cor 5: 1-13: 1 Juan 2:19), y en los pasajes acerca de acoger nuevamente pecadores arrepentidos dentro de la membresía de la iglesia (e.g., 2 Cor 2:4-10). Es imposible remover a alguien de la membresía si esa persona nunca ha sido miembro, y la restauración de la membresía carece de sentido fuera de un proceso formal de membresía (v. gr. Gal 6:10; Heb 13:17; 1Ped 5:5).
La Biblia nunca en ningún momento sugiere que un cristiano puede ser miembro de la iglesia universal e invisible sin ser miembro de una iglesia local y visible. Algunos han apuntado que l Biblia nunca nos instruye de manera explícita cómo deberíamos hacernos miembros de una iglesia local y visible; sin embargo, la Biblia tampoco nos instruye explícitamente nunca cómo un hombre y una mujer se casan. Por supuesto, la Biblia entiende claramente que existe una diferencia entre los casados y los no casados. Lo mismo es cierto para miembros y no miembros de una iglesia.
En Calvary animamos fuertemente la membresía eclesiástica de modo que (1) la iglesia pueda ser bendecida con los dones que Jesús ha encomendado a cada individuo en nuestro medio, y (2) cada individuo pueda recibir el pastoreo que Jesús ordena para sus ovejas. Mientras estés aquí, esperamos que seas bendecido por los otros miembros de la iglesia y una bendición para ellos también.
Este artículo fue originalmente publicado en Harvest Community Church
Ha sido traducido con permiso del autor por el Equipo Calvary
