La sabiduría escondida en proverbios

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CONTEXTO Y PROPÓSITO

Aunque muchos comentaristas aseguran que Proverbios se compiló gradualmente a lo largo de varios siglos, no existe duda de que la mayor parte fue escrita por Salomón aproximadamente mil años A.C. Pues, además de autenticar la autoría principal de tres mil proverbios y cinco mil cantares, las escrituras proclaman también al tercer rey de Israel como autor de Eclesiastés; otro libro de contenido sapiencial.

Es posible que, debido a su amarga experiencia, el rey Salomón dedicara algunas de estas máximas a la enseñanza de su hijo. Si bien ciertos apartes de la obra sugieren estar dirigidos a Roboam para prepararle en la obra de gobierno Daftar Situs Judi Slot Online Terpercaya que le esperaba, el principal destinatario del mensaje fue el pueblo de Israel en la época de la monarquía unificada.

En términos generales, algunos consideran Proverbios como un tipo de manual o guía que apelaba al temor de Jehová para delinear el camino de la sabiduría. De hecho, expresan que su contenido no solo estimula la comprensión de los asuntos simples de la vida en sociedad, sino también los más significativos y trascendentes. Por ejemplo, el sitio web Albert y Anaís: obreros para todas las naciones señala su propósito de esta forma:

El conocimiento no es más que la acumulación de hechos en bruto, pero la sabiduría es la habilidad de ver a la gente, los eventos, y las situaciones como Dios las ve. En el Libro de Proverbios, Salomón revela la mente de Dios en asuntos altos y sublimes y también en situaciones comunes, ordinarias, y cotidianas”.

CONDICIONES PARA LA SABIDURÍA DESCRITA EN PROVERBIOS

A continuación, se enuncian ciertas condiciones impuestas por Dios a Israel para alcanzar sabiduría:

a) Conocimiento de la ley

Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos (Proverbios 3:1).

En Proverbios 3 Salomón recuerda la importancia del mandato divino dado por medio de Moisés. Sin importar lo que sucediera, la Slot Online instrucción debía ser conocida, recordada y guardada en el corazón por sobre cualquier otra cuestión.

b) Amar la misericordia y la verdad

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón (Proverbios 3:3).

Así como debía conocer y recordar diariamente los mandatos del Señor dados en la ley, también le correspondía a Israel amar misericordia y proclamar la verdad. Ahora la ley era una guía, mas Cristo Jesús, el camino, la verdad absoluta de Dios y la vida (Juan 14:6).

El Apóstol Pablo, en su reprensión a los Gálatas, que volvieron a integrarse con las tradiciones judías y desecharon la sabiduría de Dios, refiere el propósito de la ley de esta forma: De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús (Gálatas 3:24-26).

Por la misericordia divina somos atraídos al Hijo y, por medio de ÉL, aceptados y amados por el Padre. Por eso, no queda otra rtp slot tertinggi hari ini cosa sino amar al Señor y a los hermanos, impartiendo consolación y proclamando la verdad del evangelio anunciada por los apóstoles.

c) Confiar en el Señor

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia (Proverbios 3:5).

No es necesario poner nuestra confianza en obras externas para alcanzar la salvación, sino en aquel que se ofreció a sí mismo en expiación por los pecados de su pueblo. Porque la ley de Dios (la del Espíritu) está guardada en la mente y en el corazón del verdadero creyente. La cruz lo hizo posible.

d) Temor de Dios

No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal (Proverbios 3:7).

No es un despropósito argumentar que únicamente en Cristo alcanzamos sabiduría que conduce a la salvación. Pues, el temor de Dios y apartarse del mal (Job 28:20-28) son regalos del Padre que solo podían manifestarse por medio del sacrificio de su amado Hijo. Por consiguiente, nada distante de la realidad del Señor puede salvarme. “Toda buena dádiva y todo don perfecto procede de lo alto” (Santiago 1:17).

HEREDEROS DE UN NUEVO PACTO

Para concluir, debe decirse que los proverbios de Salomón fueron escritos principalmente para que Israel del Antiguo testamento fuera capaz entre otras cosas de:

– Entender sabiduría, doctrina y conocer razones prudentes (Proverbios 1:1-2).

– Recibir consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad (Proverbios 1:3).

– Dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura (Proverbios 1:4).

Si bien el mensaje original buscaba preparar a los hijos de Jacob respecto a lo que habría de venir (la llegada de El Salvador). También es justo recordar que por medio del evangelio, Cristo Jesús prepara a la iglesia para que alcance sabiduría. Pues, ahora somos hijos de Dios por adopción (Romanos 8:13-16).

Es más, debido a que el Señor es la sabiduría de Dios encarnada y la real justificación, ya no somos considerados hijos de desobediencia como en otros tiempos. Pues, por su sacrificio, dejamos de ser esclavos del pecado y de la ley para convertirnos en receptores de un mejor pacto. Porque, como lo expone el autor bíblico:

Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo… Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel. Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.

(Hebreos 8:6-7; 10-12).

Después de esto, como no decir: para Cristo sea la gloria eterna…

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