Lecturas Bíblicas: Día 329
1 Crónicas 21 | 1 Pedro 2 | Jonás 4 | Lucas 9
En la lectura de hoy de 1 Crónicas 21, encontramos la mayor excepción a la forma en que las Crónicas evitan mencionar el pecado de David. Y, sin embargo, aun aquí encontramos dos diferencias clave con respecto a lo que leemos en 2 Samuel 24 en la forma en que se cuenta esta historia. Lo más significativo es que en el primer versículo de esta historia leemos que fue Satanás quien “se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciese censo de Israel” (1 Cr. 21:1). Sin embargo, en 2 Samuel 24:1 leemos lo siguiente: “Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá‘”. Entonces, ¿de qué se trata? ¿Incitó Satanás a David, o lo hizo Jehová? ¿Se trata de un error o una contradicción en la Biblia, o hay algo más?
De hecho, todo lo que hemos estudiado hasta ahora nos ayuda a ver exactamente lo que ocurre aquí. En las narraciones de Samuel y Reyes, vimos cómo el Señor presentaba su acusación contra su pueblo antes de enviarlo al exilio como juicio por su pecado, por lo que no es sorprendente ver que el Señor está enfadado con David y con Israel en 2 Samuel 24. Dios mismo no tienta a nadie a pecar (Stg 1:13), pero no debemos olvidar que el mayor castigo posible por el pecado es ser entregado a un pecado más profundo. Podemos reconciliar estas dos versiones aparentemente contradictorias de la misma historia, reconociendo que Jehová está entregando a su pueblo al juicio cuando permite que Satanás tiente a David.
Pero el otro detalle que el Cronista añade en este relato de la historia viene en la información adicional que obtenemos sobre la era que David compra a Ornán el jebuseo en 1 Crónicas 22:1: “Y dijo David: Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel“. En otras palabras, esta historia no se incluye para demostrar la culpabilidad de David, sino para proporcionar los antecedentes de la ubicación final del templo. Incluso cuando leemos sobre el pecado de David en las Crónicas, el Cronista vincula esas acciones a la historia más amplia del culto de Israel.
Esto tiene mucho que enseñarnos sobre lo que significa vivir por gracia en el nuevo pacto. Bajo este pacto, aprendemos que como Jesús cargó con la ira de Jehová por nosotros en la cruz, ya no somos juzgados. Sin duda, todavía hay consecuencias por nuestros pecados, ya que nuestro Padre celestial disciplina a sus hijos, pero incluso las consecuencias de nuestros pecados son oportunidades para volver al sacrificio único y perfecto de Jesucristo, donde podemos encontrar el perdón completo y la reconciliación con Dios. Cuando peques, huye al Hijo mayor de David, Jesús, para que puedas ser lavado y reconciliado con tu Padre celestial.