En estos tiempos de melancolía espiritual, nuestro mayor estímulo proviene de meditar en el hecho de que Jesucristo ya ha conquistado el reino de las tinieblas y que sigue reinando desde su trono. Cuando nos llama a seguirle, no lo hace para conseguir lo que él no pudo, sino para ser heraldos de la victoria que ya ha ganado. Hoy, anima tu corazón cansado con las palabras de Jesús: “Yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).