| Lecturas Bíblicas: Día 320 1 Crónicas 7–8 | Hebreos 11 | Amós 5 | Lucas 1:1–38 |
A medida que 1 Crónicas presenta las genealogías de cada tribu de Israel una por una, vemos a Judá y Simeón (las tribus más al sur) en 1 Crónicas 4; Rubén, Gad y Manasés (las tribus más al este) en 1 Crónicas 5; Leví en 1 Crónicas 6; y luego Isacar, Benjamín, Neftalí, Manasés, Efraín y Aser en 1 Crónicas 7. Curiosamente, no se incluyen las genealogías de las tribus de Zabulón y Dan. ¿Qué podemos pensar de esta exclusión?
Por un lado, no disponemos de mucha información. Zabulón y Dan pertenecen al reino del norte de Israel, que acaba siendo conquistado por los asirios, pero también lo son las tribus de Simeón, Rubén, Gad, Manasés, Isacar, Neftalí, Efraín y Aser, y cada una de ellas recibe una genealogía en estos primeros capítulos de Crónicas. Cualquier hipótesis sobre lo que pueda estar ocurriendo aquí debe considerarse con cautela debido a nuestra falta de información.
Por otra parte, la exclusión de Dan en particular puede tener algún precedente, ya que Dan está asociado con un grado inusualmente alto de idolatría en las historias que hemos leído hasta ahora. Por ejemplo, es la tribu de Dan la que contrata al levita llamado Jonatán para que se aleje de Micaía en Jueces 18, una de las historias que conducen al malvado crimen de la ciudad benjaminita de Gabaa en Jueces 19. Además, cuando los danitas se asientan en la ciudad de Lais y le cambian el nombre por el de Dan, leemos que levantan imágenes talladas para adorarlas (Jue. 18:29-31). Luego, cuando Jeroboam dirige a las diez tribus del norte de Israel en rebelión contra Roboam y las dos tribus del sur de Judá, la ciudad de Dan se convierte en uno de los lugares donde Jeroboam erige becerros de oro para que los israelitas los adoren (1 Re 12:29-30). Además, el profeta Amós señala a la tribu de Dan y la asocia con ” el pecado de Samaria”, es decir, con la idolatría (Amós 8:14). Lo más curioso es que cuando el libro de Apocalipsis profetiza el sellamiento de grupos de doce mil de cada una de las doce tribus de Israel en Apocalipsis 7, esa lista de tribus incluye a Zabulón pero no incluye a Dan (Apoc. 7:5-8).
Lo que esto sugiere -y de nuevo, debemos sacar nuestras conclusiones tentativamente- es que Dan específicamente está excluido de la lista de tribus debido a la profunda idolatría de la tribu. Como la restauración de la verdadera adoración es uno de los temas principales de las Crónicas, la exclusión de Dan puede servir como un castigo único para la tribu más idólatra. En conjunto, estas genealogías escritas nos confrontan con la necesidad del arrepentimiento, incluso mientras nos preparamos para ver cómo el nuevo David establecerá la adoración perfecta entre el pueblo de Dios para siempre. Busquemos, pues, a Jesús, el Hijo de David, para alegrarnos de que nuestros nombres estén escritos en el cielo (Lc 10, 20).
