Lecturas Bíblicas: Día 183
Josué 4 | Salmos 129, 130 & 131 | Isaías 64 | Mateo 12
La historia de cómo Israel cruzó el Jordán en Josué es más importante que un simple registro de la ruta que tomaron para entrar en la Tierra Prometida. Más bien, este acontecimiento marca un punto de inflexión decisivo en la historia de Dios para salvar a su pueblo y llevarlo a su herencia.
La primera parte principal de este relato gira en torno a las doce piedras, que representan a las doce tribus de Israel, y que Israel recogió del cauce del Jordán para construir un monumento conmemorativo del acontecimiento (Jos. 4:3). Cruzar el Jordán era demasiado importante como para caer en el olvido; demasiado importante como para que Israel lo olvidara y demasiado importante incluso como para que lo olvidáramos nosotros, que vivimos y leemos la historia hoy en día. En consecuencia, tenemos aquí todo un capítulo llamando nuestra atención sobre el hecho de que Jehová ordenó a Israel que construyera un monumento al acontecimiento al otro lado de las orillas del Jordán.
Además, es importante reconocer que estas piedras eran más que un mero marcador histórico y, sobre todo, no se suponía que se convirtieran en una trampa para turistas con recreaciones históricas, visitas guiadas y recuerdos baratos. Por el contrario, Josué explica que estas piedras servirían de señal entre Israel (Jos. 4:6). Dios dio señales para dar testimonio de alguna verdad importante. Dios estableció el arco iris ( Gén. 9:12-13, 17), la circuncisión (Gén. 17:11), las plagas contra Egipto (Éxo. 7:3, 8:23, 10:1-2, etc.), la sangre del cordero de la Pascua (Éxo. 12:13) y el día de reposo (Éxo. 31:13), junto con algunas otras señales que se dieron para situaciones específicas.
Al proveer una señal, Dios dio un símbolo físico que apunta a un significado más allá de sí mismo. Así, del mismo modo que una señal de pare, al indicarle que detenga su coche antes de continuar, apunta más allá de sí misma a los estatutos de la ciudad, a la autoridad del gobierno e incluso al deseo social de seguridad, las señales bíblicas son símbolos que apuntan a Jehová, a su pacto, a su ley y a su amor por su pueblo.
¿Cuál es, pues, el significado de este signo concreto del monumento de piedra? En el versículo 24, aprendemos que el signo es doble: “para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días“. Por un lado, Jehová está infundiendo gran temor y pavor en el pueblo de la Tierra Prometida, tal como lo describió Rahab en Josué 2:9-11. Pero por otro lado, este memorial es una señal de que Jehová es poderoso. Nuestro Dios tiene la gracia de darnos signos físicos y tangibles que refuerzan las promesas que nos hace en su palabra.
En el Nuevo Testamento, Dios nos da los signos del bautismo y de la Cena del Señor para dar testimonio de las promesas que nos hace en el Evangelio. ¿Qué papel deben desempeñar en nuestras vidas y en nuestro discipulado?