Meditación Bíblica para Génesis 26

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Lecturas Bíblicas: Día 25
Génesis 26 | Mateo 25 | Ester 2 | Hechos 25

De tal palo, tal astilla. O, tomando prestado un modismo más hebreo, un padre ha comido uvas agrias, y los hijos tienen la dentera (Jeremías 31:29; Ezequiel 18:2). Lo que Abraham hizo tontamente dos veces en su vida -mentir sobre el hecho de que su esposa era, de hecho, su esposa para protegerse a sí mismo- encontramos ahora a Isaac haciéndolo en Génesis 26:6-11.

Aún más, vemos los problemas entre los pastores de Isaac peleando con los pastores de Gerar que parecen casi idénticos a las disputas que los pastores de Abraham tuvieron con los pastores de Lot allá en Génesis 13-una disputa que terminó con Lot dirigiéndose a Sodoma y Gomorra, que terminó con Abraham necesitando rescatarlo del rey de Babilonia y sus aliados (Génesis 14), y luego con dos ángeles de Jehová rescatando a Lot antes de derramar su ira sobre la ciudad.

Pero si observamos que Isaac parece estar repitiendo muchos de los errores de Abraham, también debemos notar que Jehová está repitiendo a Isaac promesas de pacto similares a las que había hecho a Abraham, el padre de Isaac. Primero, en Génesis 26:1-5, Jehová interviene para evitar que Isaac vaya a Egipto en medio de la hambruna, garantizándole que bendeciría a Isaac, le daría a Isaac y a su descendencia todas las tierras de Canaán, multiplicaría la descendencia de Isaac como las estrellas del cielo y bendeciría a todas las naciones de la tierra por medio de la descendencia de Isaac. Estas promesas son idénticas a las que Jehová juró a Abraham en Génesis 12:1-3 y Génesis 15:5.

Más tarde, Jehová se le aparece de nuevo a Isaac, asegurándole de nuevo tras la disputa con el pastor de Gerar que “Yo soy el Dios de Abraham tu padre. No temas, porque yo estoy contigo y te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por amor de mi siervo Abraham” (Gen. 26:24). ¿Por qué extiende Jehová tanta gracia a un hombre que ya ha empezado a caer en los patrones de pecado de su padre?

La primera razón es que Jehová cumple las promesas que había hecho a Abraham. Por muchos errores que Abraham pudiera haber cometido, Jehová había jurado un pacto con él, prometiendo llegar a partirse en dos si Abraham o su descendencia rompían los términos del pacto (Gen. 15:17). Así pues, Jehová cumple sus promesas “por amor a mi siervo Abraham”, pero también porque Jehová ha vinculado su propia gloria a sus promesas de este pacto con Abraham.

Y en segundo lugar, la descendencia de Abraham por medio de Isaac era el medio por el que Jehová salvaría al mundo. Como ya hemos visto tantas veces, Jehová está levantando la descendencia de la mujer que aplastaría la cabeza de la serpiente.

Visto así, debemos reconocer que la bondad de Jehová hacia Isaac aquí en Génesis 26 es también su bondad hacia usted y hacia mí, que somos bendecidos en la descendencia de Abraham, Jesucristo.

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