Diciembre 8: Meditación Bíblica para 2 Crónicas 8

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on telegram
Share on email
Lecturas Bíblicas: Día 342
2 Crónicas 8 | 3 Juan 1 | Habacuc 3 | Lucas 22

En nuestras meditaciones sobre 1 Crónicas, vimos la forma en que el Cronista describe a David sin muchos de sus defectos registrados en 1 y 2 Samuel. De la misma manera, también encontramos que el Cronista describe a Salomón aquí en 2 Crónicas sin sus defectos, de modo que la descripción de la edad de oro de Salomón -aunque permanece por debajo del reinado de David- se presenta sin los defectos que encontramos en 1 Reyes.

En primer lugar, encontramos en 2 Crónicas 8:11 una explicación de por qué Salomón traslada a la hija del faraón a la casa que construyó para ella. En 1 Reyes 9:24, leemos lo siguiente: “Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David a su casa que Salomón le había edificado”. Ahora, sin embargo, encontramos que esto es en realidad una delimitación deliberada hecha por el propio Salomón: “Y pasó Salomón a la hija de Faraón, de la ciudad de David a la casa que él había edificado para ella; porque dijo: Mi mujer no morará en la casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de Jehová, son sagradas” (2 Crón. 8:11). Aquí, en 2 Crónicas, está claro que Salomón separa deliberadamente a su esposa egipcia de los lugares santos donde ha estado el arca de Jehová.

En segundo lugar, en 2 Crónicas 8:12-15, encontramos una larga descripción de que Salomón lleva a cabo los deberes de los holocaustos como Moisés había ordenado, según el requerimiento de cada día, y también nombra las divisiones de sacerdotes y levitas para su servicio como David había ordenado. Salomón cumple cada parte de la ley que le fue transmitida por Moisés y por su propio padre, David.

Parte de lo que implican estos dos relatos es que Salomón -a pesar de la grandeza de su riqueza, fama y gloria- está sometido al gobierno de su padre. Mientras que David se convirtió en un nuevo Moisés, reorganizando las tareas de culto de los levitas, Salomón se limita a cumplir los mandamientos que le transmitieron David y Moisés.

Pero también vemos una versión idealizada de Salomón, igual que habíamos visto una versión idealizada de David. No leemos nada en 2 Crónicas sobre la apostasía final de Salomón que vimos en 1 Reyes 11, y como con David, la razón de esto no es blanquear el legado de Salomón. Más bien, se trata de proyectar nuestra visión hacia adelante, anticipando el día en que llegaría una época dorada mayor, marcada por la prosperidad, la riqueza y la sabiduría -y no empañada por el pecado- que superaría incluso la época del propio Salomón. Los libros de Crónicas nos enseñan a anhelar al Hijo mayor de David, y aquí aprendemos que Salomón no es ese Hijo. El Mesías definitivo, que no sólo eliminará el pecado y la muerte para siempre, sino que también establecerá un reino de paz y prosperidad para toda la eternidad, aún está por llegar.

¿Aún no recibes El Devocional en tu correo?

Suscríbete para recibir diariamente el estudio bíblico correspondiente completamente gratis.

Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para más información.

Iglesia Reformada Calvary en Santa Marta, Colombia.
Dirección: Carrera 21 Calle 29F- 17 Barrio Los Faroles; Avenida del Ferrocarril.
Contacto: (5)4228013 – (+57) 312 650 64 93.

© 2024 Iglesia Reformada Calvary