Aunque todavía no se han producido grandes consecuencias, el pecado siempre engendra más pecado, y junto con más pecado viene más sufrimiento. Mientras meditas en este pasaje, recuerda las palabras de Pablo en Gálatas 6:7: “No os engañéis: Dios no puede ser burlado, porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará“. En la lectura de mañana, Israel recogerá la cosecha de su pecado. Hoy, mientras tanto, piensa en tu propia vida: ¿Permites que permanezca en tu vida el pecado que poco a poco va ganando mayor influencia sobre ti? ¿Qué cosecharás mañana de tus acciones de hoy?