Aquí es donde vemos la historia de Jesús resplandeciendo más claramente en la vida de Sansón. Jesús también fue vendido por monedas de plata mientras buscaba a una novia traidora, y Jesús también entregó su propia vida para salvar a su pueblo. Pero como en el resto de la historia de Sansón, la de Jesús es mucho mejor. Cuando Jesús fue a la cruz, no le pidió a Dios que se vengara de la gente que había cometido actos violentos contra él, sino que oró para que su Padre los perdonara (Lucas 23:34).