A través de un hombre tan imperfecto como Sansón, Dios no sólo salvó a su pueblo Israel a corto plazo, sino que también sentó las bases de la forma en que salvaría a su pueblo eternamente a través de su Hijo. Mañana seguiremos viendo cómo Dios levantó a un siervo como Sansón para preparar al mundo para la venida de Jesús.