Hay aquí una advertencia para quienes vivimos en comunidades cristianas, pues Satanás intenta atacarnos desde muchos ángulos. A veces -incluso cuando nos centramos vigilantemente en guardar nuestra propia piedad personal- Satanás nos ataca tratando de dividirnos contra nuestros compañeros creyentes. Es un mentiroso astuto y engañoso, y nos dividirá como pueda.
Por esta razón, David exclama en el Salmo 133:1: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!“. Hermanos y hermanas, busquemos la paz y la unidad con nuestros hermanos creyentes por quienes murió Jesucristo.