Éxodo 3 es un pasaje fundamental para entender cómo encajan la santidad y el amor de Dios. En este encuentro, Dios se acerca a Moisés y le dice que mantenga las distancias. Así, cuando Moisés se aparta para ver cómo puede arder una zarza sin consumirse, Dios le llama advirtiéndole: “No te acerques; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa” (Éx. 3:5).
Esta escena plantea una pregunta: Si la presencia de Dios es demasiado sagrada para que Moisés se acerque, ¿por qué se acerca Dios a Moisés?