Aunque Joab representa un fracaso significativo del liderazgo de David, también debemos ver en Joab un oscuro presagio del hecho de que el Hijo mayor de David se enfrentaría necesariamente a la traición de sus más allegados. Nuestro Señor Jesús se enfrentó a la oposición de los líderes religiosos de su tiempo, pero también a la de sus propios discípulos: Pedro negó tres veces conocer a Jesús (Mateo, 27:75) y, lo que es más grave, Judas traicionó a Jesús con un beso, como Joab traicionó a Amasa (Lucas, 22:48).