Meditación Bíblica para 1 Reyes 11
Aun así, hay aquí una clara advertencia de que debemos ser cuidadosos con la compañía que mantenemos, tanto evitando estar en yugo desigual con los incrédulos (2 Cor. 6:14), como evitando relaciones profundas con personas de carácter particularmente malo, ya que “las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Cor. 15:33). Evidentemente, debemos esforzarnos por entablar relaciones con los no creyentes, pues ¿cómo llegarán a conocer las buenas nuevas de Jesús a menos que alguien se lo diga (Rom. 10:14)? Pero, cuando entablamos demasiadas relaciones con personas que no están siendo conformadas a la imagen de Cristo, existe el peligro real de que esas relaciones socaven nuestro discipulado, como sucedió en el caso de Salomón.