Desde ya vemos una imagen de Jesucristo en el libro de Rut. Como Booz, nuestro Señor Jesucristo era rico, pero se hizo pobre para que nosotros nos enriqueciéramos con su pobreza (2 Cor. 8:9). Además, Jesucristo vino a este mundo no sólo para enriquecernos, sino para redimirnos, y para ello tuvo que ponerse en peligro para tomar a su pueblo como esposa.