En la lectura de ayer, Jehová expulsó a los leprosos del campamento y enseñó a probar la inocencia de una mujer en caso de adulterio. En la de hoy, Jehová crea un medio para llegar a ser santo y coloca su nombre sobre su pueblo mediante una bendición especial, sumo sacerdotal.
Y de este modo, la teología de Números enseña algo importante sobre quién sería Jesús: Nuestro Señor vino tanto a asociarse con pecadores impuros como a hacerlos radiantemente santos mediante su gracia soberana.