Si estás en Cristo, ésta es tu historia. Esta es tu redención, cuando Jehová te sacó de tu esclavitud al pecado y a la muerte, y esta es la herencia que te ofrece: nada menos que la unión eterna con el mismo Señor Jesucristo. Predícate esta historia una y otra vez para recordarte la fidelidad de Dios hacia ti por medio de su Hijo, no sólo para que te mantengas vigilante para hacer morir los últimos vestigios de pecado en tu vida (Rom. 8:13), sino también para que te renueves con la esperanza de que Jehová será fiel para completar la buena obra que comenzó en ti (Fil. 1:6).