Galaad es un símbolo no sólo de las victorias que Jehová había proporcionado a su pueblo en el pasado, sino también de su esperanza futura de que Jehová levantaría un día de entre su pueblo un Gran Médico con el poder de curar, razón por la cual Jesús dijo explícitamente que había venido a curar a los enfermos (Marcos 2:17).
Hay bálsamo en Galaad, y sana incluso al más enfermo de los pecadores.