Levítico no es un aburrido libro de reglas, sino un drama con lo más importante en juego. Si Israel camina en obediencia, santidad y pureza, Jehová promete bendiciones; si desobedece, entonces Jehová promete derramar sobre Israel las maldiciones que había reservado para las naciones. Y sin embargo, es en medio del fracaso final de Israel -no de su éxito- donde Jesús hace su entrada en la historia de la humanidad.