No hay pecador que haya ido demasiado lejos para recibir la misericordia de Cristo. Sin embargo, hay pecadores que han ido tan lejos que ya no quieren la misericordia de Cristo. Cuando los pecadores son entregados a Satanás, es porque sus corazones han sido endurecidos al grado de que ya no desean el perdón.
Presta hoy mucha atención a las palabras del profeta Isaías: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Is. 55, 6). ¿Permites que el pecado y la idolatría permanezcan en tu vida? Córtalo antes de que te alejes de la misericordia del Señor.