En Génesis 30, vemos otra similitud con una historia anterior. Aquí, Raquel envía a su sierva Bilha a su marido, Jacob, para que conciba en su nombre ( Gen. 30:3-8), al igual que Sara había enviado a Agar para que concibiera un hijo con Abraham en su nombre. Más tarde, Lea hace lo mismo y envía a su sierva Zilpa a Jacob (Gen. 30:9).