No se trata de una cuestión de paternidad biológica, sino de la promesa de Dios. Una vez más, la promesa que Dios hace a Abraham de darle una “descendencia” no es simplemente decir que Dios le daría a Abraham un hijo, sino más bien que Dios le daría a Abraham la descendencia prometida de Génesis 3:15-la descendencia que aplastaría la cabeza de la serpiente y destruiría la maldición del pecado y la muerte en la creación de Dios.