La multiplicación de Israel y su sufrimiento tienen que ir necesariamente unidos. A lo largo de toda esta historia, Dios protegerá y preservará a su pueblo, haciéndolo crecer numéricamente incluso mientras atraviesa el valle de sombra de muerte. Y en la plenitud de los tiempos, Dios mismo redimirá a su pueblo desde Egipto con mano poderosa y brazo extendido, desplegando su poder a la vista de todas las naciones y tomando a Israel como su pueblo especial en toda la tierra.