Cristiano, por extrañas que te parezcan estas discusiones sobre las particularidades de la herencia dentro de los clanes de Israel, presta atención y no pierdas de vista el punto: ésta es tu esperanza. Te espera la herencia de Cristo para que habites con él para siempre, y “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.“(Ap. 22:20).